Aceite de Camelia: Utilizado desde hace generaciones y conocido como el secreto de belleza de las Geishas y las damas de la alta Sociedad japonesa. Sus increíbles propiedades lo han hecho un ingrediente fundamental en muchos cosméticos modernos. Debe sus efectos beneficiosos a la alta concentración de Vit E, proteínas y ácidos grasos esenciales que nutren la piel en profundidad. Además, proporciona firmeza y elasticidad, aporta luminosidad y suaviza la piel, previniendo arrugas y protegiendo la piel de los daños externos. Un escudo contra el paso del tiempo y el ingrediente fetiche de nuestro fundador.

Aceite de Almendra: El aceite de almendra dulce es muy rico en antioxidantes y vitamina E y está compuesto por grasas monoinsaturadas, ácido oleico y ácidos linoleicos (omega 3 y 6) que retienen la humedad de la piel y la mantiene hidratada. Tiene un efecto antiinflamatorio y suaviza la dermis. Contiene propiedades emolientes y se absorbe rápidamente.

Aceite de Marula: Este famoso aceite de origen africano es una de las grandes maravillas del cuidado de la piel que la naturaleza ofrece. Uno de sus beneficios es su gran poder antioxidante, posee 8 veces más vitamina C que una naranja, es decir, un 60% más que el resto de los aceites usados en cosmética. Su alto contenido en Omega 9 le aporta propiedades humectantes, evitando la deshidratación cutánea. Potencia también la producción de colágeno debido ala gran concentración de Vitamina B3 y otros nutrientes. Es el aliado perfecto para combatir los signos de la edad, mejorar la elasticidad de la piel y disminuir las arrugas y líneas de expresión.